sábado, 30 de abril de 2011

Sobre el fanatismo



Esta mañana me encontraba leyendo un diario en línea sobre el asesinato de un hombre cuya participación en la dictadura militar de mi país ocasionó mucho daño. Al leer los comentarios (cosa para mi importante junto con leer un articulo periodistico), encontré este interesante comentario que no pude evitar el analizar.

Cito ahora al autor de dicho comentario:
 
"(...) El fanático es más peligroso y lastimoso que simplemente cambiar de opinión, el fanatismo es una reacción provocada por la imposibilidad de construir una identidad y personalidad propia. El fanático en (es) una especie de vampiro que al ser incapaz de llenar y desarrolar su interior, busca llenar ese vacío desde el exterior. El fanático parasita ideas, dogmas y verdades absolutas solo para poseer la sensación que esa identidad es propia y para no sentirse perdido. El fanático es como un muerto que ha sido embalsamado, pero que no tiene nada que le pertenece."

Todas las ideas terminadas en "ismos" son malas; eso le escuché decir una vez a uno de mis profesores en la universidad. Yo siempre creí que tenía razón. Llevarse ciegamente por las ideas y dejar que se vuelvan dictadoras de la vida es un tremendo error. Para progresar debemos tener un progreso interno. Para avanzar en la vida uno debe de aprender de los errores, hacer cosas por su cuenta, no rendirse ante las circunstancia y siempre estar en conflicto con aquello que no queremos para lograr aquello que deseamos con toda nuestra alma.

Sin embargo, en las posturas fanáticas hay precisamente una carencia de esto. La persona se siente débil, se siente incapaz de ir más lejos, se cree limitada y desorientada. Así que en vez de buscar un camino por su cuenta deja que decidan por el, que piensen por el, que hagan las cosas por él, convirtiéndose en un espectador de una vida que es cada vez menos la suya propia. Eso realmente es triste de ver.

Y estos fanatismos los encontramos en muchas cosas, en el pensamiento político y religioso mas que nada, pero también en posturas en las que uno no creería encontrarse a esta clase de gente, como la filosófica. Sorprendería el saber la clase de posturas que de repente podemos hallar: la de personas que adoptan posturas completamente irracionales y absurdas para cualquier persona con algo de sentido común. Estas personas no aceptan argumentos porque asumen esa postura como su realidad... y nada más puede entrar, aunque sea la "verdad".

¿Qué hacer, entonces, contra estas personas? Nada. No importa cuantas palabras gastes para "salvarlos" de su error o convencerlos... nunca los vas a convencer. Lo único que se puede hacer es aconsejarlos; pero es mejor esperar a que algún día se encuentren con una experiencia que los lleve a valerse por sí mismos y así puedan progresar. Quizá en este caso podríamos decir que el silencio es virtud; aunque hay razones para discrepar al respecto de esa afirmación. En fin...

El único peligro que puede representar un fanático es cuando se junta con más fanáticos... o se enfrenta a otros fanáticos de postura opuesta. En ese momento lo mejor es estar lejos para evitar salir perjudicado, pues ya sea a través de palabras escritas o de manera física, las aberraciones que pueden lograr un grupo de fanáticos puede ser inconcebible ante personas con una postura "equilibrada" de las cosas.

Espero que se puedan a futuro encontrar soluciones mejores para curar esa invisible amenaza en nuestra sociedad. Aunque seguramente las ciencias psicologicas tienen "soluciones" o ya están en camino a ellas.

Saludos

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