sábado, 28 de mayo de 2011

Sobre el Nacionalismo


En un gobierno, para justificar medidas que desde una perspectiva lógica pudieran sonar irracionales y no pudieran ser aceptadas, debemos apelar a los sentimientos. El nacionalismo es perfecto para ello...

El nacionalismo no tiene una definición fija, pero si consideramos que varios tipos de nacionalismos comparten el amor desmedido por la "nación", encontramos un punto interesante de pensamiento allí. La sensación de pertenencia llevada al extremo produce daños irreparables en otras personas, que son consideradas "externas"; así encontramos discriminación, xenofobia y desprecios (entre otras cosas) a aquellos que no comparten los criterios de pertenencia al país; mucho peor todo si además esa nación te ve como alguien de un país inferior, te verán como menos que un animal y quizá piensen en matarte y no reconozcan tu humanidad.

Y pensar que eso sólo fuera del país. Dentro de él también hay discriminaciones. Se apela a una serie de valores que los habitantes deben de tener; y si no los tienes, bueno, tienes un problema grave por el que también puedes ser perseguido. Si se es inmigrante o "sin patria" como gitanos y judíos; si se es homosexual, si no se sigue cierta postura religiosa (usualmente a favor de alguna), si se es comunista o si se piensa en contra; aunque con que no estés a favor les basta para declararte como enemigo también.


Los gobiernos toman una batalla ilustre con la cual hacer propaganda política y a través de ella exalsar ciertos valores nacionalistas o de "amor a la nación", siempre con una intención manipulativa de por medio, de todos modos. Los estadounidenses tienen El álamo (batalla que lloran todos los años) y el Once de Septiembre (hecho trágico, pero que al final fue un ataque de falsa bandera para luchar con terroristas imaginarios), nosotros en Chile tenemos el Combate Naval de Iquique. Pudo haber sido cualquier otro hecho, pero se eligió ese, con el cual se les otorgó un valor heroico a hombres comunes y corrientes. Precisamente, por culpa de sucesos como la Guerra del Pacífico, sumado a los delirios de grandeza de Chile, aquí se tiene un odio irracional hacia peruanos y bolivianos; tratándoles como seres inferiores. Una vez leí que si conversaran entre ellos, descubrirían que tienen más cosas que los acercan de las que los dividen. Yo quisiera creer que tienen razón. No puedo decir que en Perú y Bolivia es diferente la cosa; también nos odian varios de ellos, puesto que desde los colegios de los tres países se enseña a odiar y transmitir el odio, siendo incapaces de romper el círculo. Yo tengo en Lima, Perú, una increíble amiga que escribe poesía y creo que el entendimiento y el afecto que nos tenemos traspasa fronteras. Así debería de ser en muchas otras cosas, en mi opinión.

Cuando algo anda mal, perfectamente se puede culpar a otro país o a otra cultura o a otra religión. Eso es más fácil que reconocer errores propios (cosa que la gente también hace a diario). Hitler culpó a los judíos de perder la primera guerra mundial; los zionistas culparon a los Palestinos de ocupar su tierra sagrada; los estadounidenses culpan a los terroristas de prácticamente todo lo malo que les ocurre... y así consecutivamente.

Cuídense de lo que aprendan. Infórmense y toleren lo que no les guste, siempre y cuando no haga daño a otros. En este mundo podemos vivir todos sin tener que matarnos por falsos ideales. Si al final nuestros enemigos no son aquellos que luchan por ideales, son los que usan esos ideales para ganarse un palmo más de tierra o para hacerse el dineral de sus vidas a costa de los "ingenuos" que van a morir por ellos.

"Pienso en los hombres, que los mandan a luchar
Por oro y por tierras que el pueblo nunca tendrá"
Warcry - Mirando al mar

Hagamos que el cambio sea posible.
Saludos

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