miércoles, 1 de junio de 2011

Sobre mi imaginación


No puedo adjudicarme una imaginación desbordante (aunque no puedo negar que me encantaría), pero creo que hay ciertos puntos que tratar sobre ella en esta ocasión...

Considero que mi mayor (y peor) defecto es el simple hecho de pensar. Pienso demasiado, en mi opinión; y por lo tanto miles de cosas ocurren en la ficción de mi mente antes siquiera que se puedan llegar a concebir en la vida real. Por esto puedo considerarme un "paranoico" de vez en cuando: Cuando alguien necesita mi ayuda, siempre concibo el peor escenario y me preocupo extremadamente por aquel en necesidad. Una vez, sin embargo, que descubro la verdad, me llega el golpe de cabeza y me doy cuenta de que todo lo que había pensado nunca fue... y probablemente nunca será en ningún otro lugar que no sea en mi cabeza.

A veces me anticipo a los hechos también. Antes de que ciertas cosas ocurran o se den, yo ya concebí en mi imaginación miles de circunstancias y caminos diferentes: Reacciones, pensamientos, emociones,

El concebir toda clase de mundos y caminos diversos me ha permitido encontrar ideas para escribir en prácticamente todo momento del día. He tenido que llegar a pensar pensamientos que he tenido, con el afán de descartarlos definitivamente de lo que quiero escribir... o sumarlos a las tantas ideas que se me agolpan; y como si fuera poco el tiempo, pronto surgen otras, y otras...

Y otras...

Cuando me he sentido bien, mi imaginación sola ha elucubrado mundos increíbles donde mi felicidad simplemente me espera con los brazos abiertos y el corazón lleno de dicha para repartir. Así que, por así decirse, cuando estoy bien me elevo bastante por mi propia cuenta.

Pero cuando un atisbo de realidad o hecho impactante golpea mi vuelo, otro gallo es el que canta. Tomando miles de detalles insignifantes y vagos, o hechos pequeños que se han ido acumulando, me caigo precipitadamente al metafórico suelo del mi estado de ánimo y me encargo yo mismo de hundirme más y más en el fondo, imaginando miles de caminos diversos y diferentes en los que soy desgraciado y no hay nadie que pueda ayudarme a salir. Al final logro salir sólo por mi cuenta y vuelvo a emprender el vuelo; de esta manera avanzo a altos y bajos. Mientras lo escribo me doy cuenta de lo cruel que es mi situación.

Para mí, la peor tortura que mi imaginación puede ofrecerme es cuando se trata de sentimientos. Ahora último he estado mejorando al respecto de descartar ciertos hechos y encontrar los engaños de mi imaginación, que me jura que hasta la persona más inocente que me regala una sonrisa en el fondo es porque me quiere a su lado, jajajajaja. Espero que nunca tengan idea de las cosas por las que he pasado por culpa de ello. Pero el hecho es éste: abro un poco la puerta y las probabilidades entran raudas a mi interior... y allí comienzan a crecer, revolverse, retorcerse y alejarme de la realidad y los verdaderos hechos. Pronto tengo en mi cabeza un mundo increíble que nunca se va a dar y nunca voy a ver convertido en realidad. Y toda la gente que he convertido en protagonistas queda completamente desvirtuada. Quizás eso también pueda explicar por qué he perdido a algunas personas... y que otras hayan rehuído mi presencia en su momento. Pero sobre el miedo en las relaciones sociales escribiré en otro momento.

Al final, como he llegado a descubrir: "El mundo es simple, es el humano quien lo hace complejo". Hay cosas a las que simplemente no hay que darles tantas vueltas y simplemente hacerlas. Si mi imaginación fuera menos "productiva" podría vivir más tranquilo en relación a ciertas cosas que me molestan y torturan... y no puedo. Tampoco puedo, apresarla en una pretendida dualidad; mi fase de escritor en desarrollo no podría cobijar toda la imaginación que tengo. Sería ridículo siquiera planearlo, pues es un elemento que en todo momento necesito y del cual no me puedo ni me pienso desligar.

¿En qué quedamos entonces?

Pues que al final sólo me queda acostumbrarme a cómo soy, y debo resignarme a que esta clase de cosas ocurran y sigan ocurriendo, quizá indefinidamente. Lo bueno es que a medida que voy avanzando, puedo poner esa clase de pensamientos bajo control. Al menos de momento.

Estaré un poco más pendiente de lo que escribo por este blog. Tengo que escribir sobre temas éticos y me encantaría compartir algunas de mis reflexiones en este blog. Para algo lo hice, ¿No? Jajaja.

Saludos

La increíble imagen es de Pulo. Pueden ver más de sus trabajos aquí.

2 comentarios:

  1. Comprendo lo de tu fértil imaginación... cuesta teniendo tantas posibilidades acotarse a tan solo una. A mi me pasa con que veo agravios y mala onda donde realmente no lo hay, y así me enredo una telaraña de la que cuesta salir. Me gustaría que fuese más positiva, pero es la misma experiencia la que hunde cada vez. Lo he podido mejorar con autoevalución periódica, ahora no creo rollos donde no los hay, aunque igual debo decir que la vida mental pierde un poco de la sabrosura del drama, y el drama es adictivo XD

    Saludos!

    y ha esperar sobre los temas éticos. ^^

    ResponderEliminar
  2. muchas veces identifico mucho tu personalidad con la mía.
    Leyendo esto, coincido contigo, yo y mis raras paranoias y obsesiones angustiosas que me hacen pasar un mal rato hasta que descubro que nada ha sido real, o nada de lo pensado ha sucedido.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar