viernes, 30 de septiembre de 2011

Sobre el Pensamiento Occidental



Ha llegado, a mi parecer, el momento de escribir un par de cosas (lo primero que se me venga a la cabeza mientras escribo, en realidad) sobre algunos de los problemas del mundo en el que vivimos. Del mundo en el que estamos inmersos; y del cual creemos no ser capaces de poder salir: El mundo y el pensamiento occidental.

¿Cómo describirlo de mejor manera? ¿Cómo decirlo de una manera menos desesperante o desagradable? No se puede, a mi parecer; y tampoco pienso hacer algún esfuerzo en adornar la realidad: Estamos mal. Está todo mal en el mundo occidental. El dinero, la política, la religión, el concepto del "poder" en occidente. La necesidad de estar constantemente comprando para poder ser feliz, la necesidad imperiosa de destrozarse en las maquinarias del trabajo para poder seguir viviendo, la represión de uno mismo para poder subsistir, el estrés que deriva de todas las cosas de las que tenemos que ocuparnos para al final terminar viejos e inútiles para un mundo que necesita constantemente funcionalidad y utilidad que genere ganancias preferentemente inmediatas son algunas partes del paradigma de nuestra penosa sociedad.

Creemos saberlo todo, y cegados estamos en esa confianza; pero la verdad es que podría decirse que hemos perdido nuestras almas ante el constante progreso material y tecnológico... y no así el espiritual. Tenemos mucha gente inteligente, pero poca gente que pueda considerarse sabia.

Hay gente que cree que los filósofos son aquellos que tienen un título académico y han leído un montón de libros sobre autores aburridos o excéntricos... pero un filósofo puede ser cualquier persona que dude de su realidad y busque sus propias respuestas. Que piense, más que nada, por sí mismo en vez de dejarse manipular en demasía por lo que piensan los demás. Si nos vamos a esa perspectiva, nos encontraremos con muchas personas "dormidas".

La sociedad que hemos forjado nos ha traído varias ventajas, es cierto, pero más que nada se tratan de comodidades y lujos. Puede que otras culturas no hayan progresado tanto como la nuestra en esos aspectos (y hasta por eso puedan envidiarnos y buscar integrarse, o tener los empresarios excusas para intervenir en esas culturas), pero tienen paz de espíritu. Algo que difícilmente encontraremos en el estresante y decadente submundo de las ciudades en las que vivimos.

Así que, ¿Quieres encontrar la felicidad? ¿Quieres encontrar paz de espíritu? Mejor que empieces a buscar en otras partes, porque en occidente te será bastante complicado. Como progresamos tanto, incluso, y dado que "perdimos nuestras almas", nos hemos llegado a considerar mejor que los otros pueblos y culturas, a las que los medios (que hace bastante tiempo que pueden desinformar) califican de "incivilizados", "incultos", "irracionales"... ¿Qué saben ellos de las culturas ajenas? ¿Qué saben ellos de la suya propia? Hay mucha ignorancia, prejuicios y desprecio que me parecen absolutamente innecesarios... y sin embargo son muy constantes en nuestra "cultura". Curiosamente, aquellas que son discriminadas carecen de bastantes de estos problemas, y si los han presentado ha sido por la influencia occidental, a la que le gusta tergiversar, manipular, controlar y dominar de la manera más invisible posible. Así le pueden echar la culpa a otros pueblos, a otras culturas, y comenzar justificaciones para conflictos en los que unos cuantos se llenan los bolsillos.

¿No me creen? Piensen en el atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos (ataque de falsa bandera, a todo esto) y la "satanizacion" que se ha hecho del mundo musulmán, al punto de realmente ponerlos como los "malvados de las películas". El verdadero mundo musulmán permanece escondido en los libros, así como el judío. Ambas religiones jamás hubieran iniciado un conflicto como el que se dió en Palestina de no ser por todas las cosas que hizo el mundo occidental para favorecer un conflicto bélico. ¿Entienden a lo que me refiero ahora?

Al final somos parte de un enorme gusano que se come todo lo que encuentra a su paso. Así como está va a terminar por podrir el mundo y destruirlo. No tenemos como detenerlo a menos que cada uno de nosotros comience a cambiar. Deberíamos pensar de nosotros como células. Una sola no cambia nada, pero si todas llegaran a planear la misma metamorfosis podríamos llegar a alcanzar una forma mejor. Sería pacífica, iluminada, inofensiva.

Entendamos que no lo sabemos todo. Comprendamos que podemos aprender muchísimo de las filosofías ajenas de vida. Dudemos de las cosas. No porque algo esté escrito en un libro (o en un blog) tiene que ser verdad. Busquen su propia verdad y recorran con gusto el camino. Personalmente, creo que se sorprenderían de lo que pueden llegar a conocer de las culturas ajenas.

Si no podemos salvarnos y en caso de que el castillo en la arena que es occidente colapse... estoy seguro de que esas culturas seguirán allí, a pesar de todo. Sobrevivirán y harán lo que los occidentales no alcanzamos a entender a tiempo: Evolucionar nuestro espíritu.

Saludos

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